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jueves, 10 de abril de 2008
miércoles, 9 de abril de 2008
NOE.- LEYENDA O REALIDAD?
Hace pocos días vi en Discovery channel un programa en donde le siguen las huellas al verdadero Noé y pude conocer que esa historia tantas veces contadas por los curas y monjas de los colegios donde estudié de pequeña no pertenece propiamente a las santas escrituras sino a versiones mucho mas antiguas que quizás llegaron hasta Moisés por relatos pasados de generación en generación y se le atribuyen a un cuento ya sea real , imaginario o de ambos que se contaba en la antigua Babilonia y que ha quedado grabada en las tablillas de arcilla encontradas en excavaciones a Ninive.
Pero queriendo investigar un poco mas sobre este hecho he llegado a encontrar que en varias culturas existe una versión similar y que data de aproximadamente la misma época y que forma parte de las “leyendas” propias de cada región. Por mi parte ya no me atrevo a decir la palabra leyenda en cuando a tomar este tipo de narraciones como un cuento local sino como el relato mas fidedigno de que algo grande ocurrió en esa época y que al parecer acabo con una antigua civilización (Atlantida?)
A continuación a manera de ampliar nuestros conocimientos sobre este suceso tantas veces mencionado se encontraran las versiones sobre el diluvio en las diferentes culturas antiguas alrededor de todo nuestro planeta y la que nos hace ver que el hecho en realidad existió, lo que si ha quedado en entredicho es que no existió un solo Noé sino que es la representación bíblica de un hecho histórico.
SEGÚN LA BIBLIA
Se lee en el Génesis (6,5): Viendo Yavé la maldad de los hombres, se arrepintió de haber creado al hombre sobre la tierra. Dice Yavé:
“Exterminaré de sobre la faz de la tierra al hombre que he formado; hombres y animales, reptiles y aves del cielo, todo lo exterminaré; pues me pesa el haberlos creado”
También en el Génesis (7,1) dijo Yavé a Noé:
“Entra en el Arca con toda tu familia, porque solo tú has sido hallado justo en medio de esta generación. De todos los animales puros tomarás siete parejas de cada especie, machos y hembras; también de las aves del cielo siete pares de cada especie, a fin de conservar la especie sobre la tierra”.
De esta forma encontramos en la Biblia la odisea de Noé y de cómo llegó al monte Ararat y luego de encallar poblar de nuevo la tierra.
RELATO BABILÓNICO
Pero a continuación vamos a ver como el relato bíblico de Noé y su odisea no es única, y tal vez, ni siquiera sea el original, ya que hay evidencias que llevan a pensar que fue tomado de otras culturas y adaptado. A mediados del siglo XIX, se iniciaron las excavaciones en Nínive; de allí más de 25.000 tablillas de arcilla fueron llevadas al Museo de Londres; pero en el camino se rompieron y mezclaron, por lo que descifrarlas parecía una tarea imposible, teniendo en cuenta que el lenguaje asirio-babilónico en el que estaban escritas fue descifrado tiempo después.
La solución la encontró George Smith -un diseñador de billetes- quien tras ardua labor, asombró al mundo con su obra “El relato caldeo del diluvio”, publicado en 1872.
Se había logrado extraer de Nínive la enorme biblioteca del rey de Babilonia Assurbanipal, que vivió en el siglo VII a.C. y que hizo que sus escribas dejasen para la posteridad las mejores obras de la cultura mesopotámica.
Entre lo hallado estaba la Tablilla XI de 326 líneas, de las cuales más de 200 hablan del diluvio.
Encontramos así la epopeya de Gilgamés. Este personaje ubica a un antepasado que ha alcanzado la inmortalidad y este le refiere su aventura.
Uta-Napishtim (es el nombre de este ser inmortal) cuenta a Gilgamés que los dioses Anu (padre de todos), Enlil (el valiente), su consejero Ninurta, el portaestandarte Ennugi y el inspector de canales Ea; deciden exterminar al género humano, pero ven virtuoso solo a Uta-Napishtim, a quien ordenan construir una nave, renunciar a sus riquezas y salvar su vida.
“Construye -le dicen- una nave de dimensiones proporcionadas, con la misma anchura y altura y mete dentro semilla de toda vida existente”
Esta nave, se especula, que tendría una superficie de 3.500 mts.2 con 120 codos de alto y otro tanto de ancho, divididos en 7 pisos con 9 partes cada uno. El inmortal Uta-Napishtim le cuenta a Gilgamés:
“El dios Shamash me había fijado el momento, por la mañana lloverá salvado y por la tarde trigo; en ese momento entra a la nave y cierra su puerta.
El momento había llegado; al amanecer surgió de los cielos “una nube negra sobre la que cabalgaban los dioses” (sic); de pronto se desató una enorme tempestad que barrió el país.
Durante seis días y seis noches sopló el viento, el diluvio y la tempestad.
Al séptimo día todo se calmó.
Reinaba un enorme silencio, la humanidad se había convertido en barro -sigue contando- abrí una ventana y el resplandor del sol cayó sobre mi mejilla, entonces me puse a llorar. Miré hacia el horizonte y a unas doce leguas vi una montaña que se alzaba sobre las aguas. La nave se detuvo en el monte Nisir, donde estuvo encallada por espacio de siete días. Cuando llegó el séptimo día, hice salir una paloma y la solté. La paloma se fue y no hallando lugar en que posarse, volvió. Hice salir un cuervo y lo solté. El cuervo se fue y vio el desecamiento de las aguas. Comió, revoloteó, graznó y no volvió. Entonces solté a todos los animales, dejándolos en libertad”.
Siguieron apareciendo tablillas, no solo en Nínive, sino también en Assur, Uruk, Nippur, Sippar y Ur. Todas coinciden en el contenido del relato de Uta-napishtim, aunque los personajes se llaman Atrahasis o Ziusudra. De todos los relatos, hay un texto (desgraciadamente muy mutilado) encontrado en Hilprecht, correspondiente a la versión babilónica y se remonta al segundo milenio anterior a nuestra era.
Es el más antiguo de los que se tiene conocimiento, aunque todavía queda por encontrar el original sumerio que dio origen a esta copia guardada en la biblioteca del rey Assurbanipal.
Se deduce que en la cuenca existente entre los ríos Tigris y Eúfrates, se produjo (unos 3.000 años antes de Cristo), un gran cataclismo en forma de diluvio que quedó ampliamente documentado y que con el tiempo fue transferido a otras culturas, por los colonizadores que se afincaron en otras partes de la tierra.
Así habría llegado a Moisés (en el 1.500 a.C.), quien lo recogió de tradiciones orales de antiguos judíos.
De esta misma forma habría llegado a Beroso (sacerdote babilonio de Marduk) que lo escribió en el 275 a.C. , posteriormente el relato fue difundido por el historiador griego Alejandro Polistor en el siglo I a.C. y más tarde por los relatores romanos que fueron los que hicieron llegar esta versión hasta el catolicismo..
Pero existen otras versiones que hablan sobre diluvios y que provienen de distintos puntos de la tierra alejadas en muchos kilómetros de la tierra de babilonia
NU-WAH EN CHINA
En la cultura china el agua siempre ha estado en relación con el nacimiento de la humanidad.
Fue el gran héroe Yü (el domador de las aguas) quien consiguió que la masa líquida se retirara hacia el mar, logrando tierras aptas para el cultivo.
De los distintos relatos del diluvio, se encuentra el de Fah-le que fue ocasionado por la crecidas de los ríos en el 2.300 a.C.
Pero la más antigua de las tradiciones, cuenta que Nu-wah se salvó junto a su mujer, sus tres hijos y las esposas de éstos en una embarcación donde dieron cabida a una pareja de cada animal conocido.
Tan importante es esta leyenda de Nu-wah que hoy en día se escribe la palabra “nave” en chino, representada por una barca con ocho bocas adentro (en alusión a los ocho seres que se salvaron de la catástrofe).
Manu había recogido agua para lavarse las manos y descubrió en ella un diminuto pececillo que le suplicó que le salvara la vida y le dijo "Consérvame y yo te conservaré" y Manu le preguntó "¿De que me conservarás?" y el pececillo le respondió "Pronto el diluvio arrasará a todos los seres vivos y yo te salvaré".
Manu puso al pez en un cuenco para protegerlo, pero creció tan rápido que tuvo que trasladarlo a una fuente, luego a un lago y por último al mar. Entonces el pez le dijo "Después de tantos años caerá el diluvio; construye una gran nave, ríndeme pleitesía y cuando las aguas crezcan embarca que yo te salvaré".
Manu siguió las instrucciones del pez, construyó una nave y reunió sabios, semillas de plantas y todo tipo de animales. El pez regresó en cuanto crecieron las aguas y Manu sujetó la maroma de la nave al pez que los guió en medio de un mar embravecido.
La travesía fue larga y los llevó por encima de las cumbres sumergidas del Himalaya. El pez ordenó a Manu que amarrara su nave a un risco y que la dejase bajar con las aguas en retirada.
Manu notó que el diluvio había arrasado a todos los seres vivos, salvo a los que él había salvado y se sintió solo. Hizo un sacrificio para que le fuera concedida una esposa y se le concedió su deseo y obtuvo una esposa y de su unión surgieron las generaciones de los Manu, los hindúes de hoy.
DOS DILUVIOS EN MÉXICO
Las leyendas Aztecas hablan de cuatro edades (en la primera de las cuales vivieron los gigantes, al igual que en el Génesis bíblico). En uno de los diluvios “Las aguas de arriba se juntaron con las aguas de abajo, borran los horizontes y hacen de todo un océano cósmico sin tiempo”. El segundo diluvio se produce en la cuarta época, mientras gobernaba la diosa del agua, su universo desapareció bajo las aguas del cielo y los hombres se salvaron convirtiéndose en peces.
Los Mayas de México y de América Central tienen también su leyenda diluviana llamada Haiyococab (“agua sobre la tierra”). Según las crónicas del obispo católico De Las Casas, los indios le llaman Butic que significa “diluvio de muchas aguas” pero también hace referencia a un juicio. También creen que vendrá otro diluvio-juicio, pero esta vez de fuego.
EN PERÚ, EL DILUVIO DEL DIOS VIRACOCHA
La leyenda peruana sobre el diluvio se refiere al Dios Viracocha. Este dios creó una raza de gigantes, pero luego se arrepintió y decidió hacer hombres a su imagen y semejanza, instruyéndolos en la agricultura y las ciencias (De esto se deduce que los dioses tenían morfología humana).
Pero un gran número de estos hombres cayó en tentaciones y vicios, violando los mandamientos de Viracocha; por lo que el dios los maldijo y dispersó, convirtiendo a algunos en piedras, a otros en animales y al resto les envió el “Uno Pachacuti” (diluvio universal), donde murieron todos.
Un mes antes del diluvio, los animales presintieron la catástrofe, por lo que las llamas y las vicuñas perdieron el apetito y se juntaban a la caída del sol mirando fijamente el cielo.
El pastor que las cuidaba, intrigado por esta actitud, las interrogó y fue así que le contaron que dos estrellas se acercarían hasta tocarse y en ese momento, el mundo quedaría sumergido bajo las aguas.
El pastor, muy impresionado por la noticia, no perdió el tiempo y reunió a su familia, juntó abundantes alimentos y reuniendo su rebaño buscó refugio en la cumbre de la montaña Ancasmara.
Sesenta días más tarde, cuando cesaron las lluvias, descendió con sus familiares. Estos seres salvados del diluvio, fueron los antepasados de los Incas.
Lo realmente curioso en estas versiones es que lo único diferente es el punto de llegada de la nave, pero en casi todas existe la similitud de la existencia de una nave que llevaba una pareja con sus hijos acompañados de la fauna existente y álgunas plantas porque se sabía que muchas de las semillas de otras plantas se reproducirían después. (Los únicos que no fueron invitados a esta excursión fueron los peces).
También cabe destacar la presencia de la famosa paloma que regresa hasta no volver mas. Los adornos son parte del folklore de cada región y que hace deducir que el diluvio es el único acontecimiento que ha compartido la humanidad casi al mismo tiempo
Arqueologicamente se sabe que más del 75% de la tierra está formada por depósitos sedimentarios en donde hay mucha presencia de fósiles de restos humanos, de plantas, utensilios todo mezclado y mas aún, en la India estos sedimentos tienen hasta 20 Km. de profundidad.
Por la forma en que se encuentran los fósiles se ha llegado a la conclusión que para que se produjese este hecho fue necesaria la presencia de un medio aglutinante, que moviera todo en la misma dirección y que todo quedara en un lugar, para ser sepultado por el aluvión. Incluso se han encontrado fósiles de insectos en los que no hay huellas de desintegración; lo que habla de una muerte súbita y de un enterramiento casi instantáneo. (Esta parte me recuerda a una escena de Jurasicc Park, en donde encuentran el fósil del insecto con sus genes intactos). Esto es característico de un hecho ocasionado por una gran ola de agua, seguida de un asentamiento de todas las partículas en flotación.
LO INTERESANTE.-
Quizás la gran prueba de esta catástrofe sería encontrar la nave que salvó a una familia y a un grupo de animales, la famosa Arca, que dicen las crónicas se encuentra atrapada en la cumbre del Monte Ararat. Esa es sin dudas la prueba tangible de la existencia de esta leyenda universal que es el diluvio.
De acuerdo al Calendario Maya, el inicio de su civilización comenzó en el año 3,135 antes de Cristo, pasmosamente cerca de los años en que dieron inicio las civilizaciones chinas, egipcias, hindús y sumerias. Todas surgidas luego del mencionado diluvio....¿Casualidad?
Estos relatos demuestran que, aunque cambien los nombres, Xisutros sería el Ziusudra sumerio, lo mismo que el Atrahasis asirio, el Noé bíblico, el pastor Inca, el Manú hindú, el Nu-wah chino y el Uta-napishtim babilónico.
Esto me lleva a pensar en que quizás nuestra historia no sea una sino que solo conocemos una pero que hay debajo de esas capas de sedimentos llenos de personas, ciudades, restos de animales? Existió la Atlantida tantas veces nombrada por Platón y que lo describe como un hecho irrefutable? Existió una civilización avanzada que no pudo prever su destrucción y no le dio tiempo sino de salvarse algunos?
Será Noé el sobreviviente de esa catástrofe y su relato se deformó a través de los siglos llegando de manera de cuento?. Todos hacen referencia a un único relato, tal vez muy relacionado con sobrevivientes de Atlántida, Lemuria o alguna de las civilizaciones sepultadas por las aguas, allá en los comienzos olvidados de nuestra historia, o como dije anteriormente, de una de nuestras historias.
Más de 140 culturas antiguas diferentes tienen una "historia del Diluvio", desde las leyendas del Gilgamesh entre los antiguos Sumerios, pasando por las leyendas de los antiguos Babilonios, hasta las leyendas del Continente Perdido de Atlántida entre los antiguos griegos, así como las historias de los indios y chinos. Sin embargo, estas leyendas no están conectadas entre sí históricamente, lo que hace que la única explicación posible sea que estas "leyendas" se transmitieron de generación en generación a través de personas que presenciaron el Diluvio.
LA ATLANTIDA