Parece mentira que hasta esta tarde un hecho histórico ocurrido entre 1915 y 1969 en Australia haya permanecido desconocido por mi. Se trata de una política de limpieza que utilizo el gobierno australiano para impedir que la raza negra indígena se mezclara con la de los colonos ingleses y que el 13 de Febrero de 2009, cuarenta años después, el actual primer ministro Kevin Rudd pide disculpas a la comunidad indígena del país por “el dolor y el sufrimiento” al que fue sometida durante el siglo XX por las políticas de colonización ya que hasta entonces ningún líder político quiso afrontar tal hecho
“A las madres y a los padres, a los hermanos y hermanas, por haber separado a familias y comunidades, decimos perdón”,
Esta violación de los derechos llevada a cabo por políticas segregacionistas, internaba a los niños mestizos en residencias especiales, que eran más bien campos de concentración, para que no infectaran la pureza de la raza y, a la vez, se les “educaba” para ser mano de obra barata en el servicio doméstico de los blancos.
Quizás en el pasado, y hablamos de la época de la colonia, los motivos que tuvieron para proclamar la famosa ley Aboriginal Protection Act 1869 hayan sido razonables como sucedió en la colonización de América pero en pleno siglo XX no se acepta ninguna de estas razones sino la mentalidad enfermiza de algunos políticos como John Howard que consideraban a los indígenas un lastre para la civilización y el progreso del país.
Este informe, describe cómo las autoridades australianas, en colaboración con la Iglesia, llevaron a cabo la sustracción de mas de 100 mil niños aborígenes de sus familias desde principios de siglo en la mayoría de los casos ayudados por la policía quien golpeaba a las madres hasta hacerlas desprender de sus pequeños.
Se demostró que casi ningún niño aborigen tuvo la posibilidad de acceder a una educación equiparable a la de los niños blancos. Tampoco, cuando ya fueron adultos, la oportunidad de obtener empleos y salarios equitativos, sino que se les relego a trabajos de servidumbre en las casas de quienes les habían adoptado años atrás.
Pero hay muchas cosas que aún hoy en día son desconocidas por los australianos como el abuso al que fueron sometidos al ser usados como conejillos de indias en varios experimentos de la investigación de tratamientos contra la lepra. Muchos niños sufrían dolores debido a las consecuencias de estos tratamientos.
Este programa fue justificado durante décadas por el Comité de Bienestar Aborigen, ante la necesidad de apartar a los menores de una sociedad salvaje y de darles la oportunidad de vivir en un mundo desarrollado pero lejos de cumplirse los objetivos, la mayoría de los niños, a quienes se dijo que sus padres habían muerto o que ya no les querían, acabaron siendo utilizados para el servicio doméstico, para trabajos en el campo, maltratados y abusados sexualmente
Historia de Janaka
Janaka tenía cinco años cuando fue arrebatada a sus padres, rebautizada como Nº 4 y enviada junto a otra familia para ser educada «bajo los beneficios de la sociedad blanca». Como otros 100.000 aborígenes australianos, aquella niña, hoy ya adulta, forma parte de la generación robada.
Janaka tiene hoy 61 años y lleva dos décadas luchando en los tribunales frente al Estado australiano. «Ya he sido robada durante demasiado tiempo», ha asegurado, recordando que cuando tuvo a su primer hijo no valió de nada que hubiera sido criada entre blancos. «También se lo llevaron a él».
La historia de Molly Craig
De la historia de Molly se basó el director Phillip Noyce para dirigir su película en el 2002 la “Generación Robada”
Este es un testimonio de eventos ocurridos en 1935:
“Estaba en la oficina postal con mi mamá y mi tía (y un primo). Nos metieron a la patrulla y nos dijeron que nos llevaban a Broome. También habían metido a las mamás. Pero cuando íbamos en camino (a unas diez millas), se detuvieron y arrojaron a las madres fuera del coche. Nosotros saltamos a las espaldas de nuestras madres, llorando y tratando de que no nos dejaran. Pero los policías nos arrancaron de ahí y nos aventaron a la parte de atrás del coche. Empujaron a las madres y partieron, mientras nuestras madres perseguían el coche, corriendo y llorando. Nosotros estábamos gritando en la parte de atrás. Cuando llegamos a Broome, nos encerraron en la prisión. Teníamos diez años. Estuvimos encerrados durante dos días en espera de que nos pusieran en un barco rumbo a Perth (a 2000 km de Broome)”.
El grupo de rock australiano Midnight Oil con su cantante (convertido a político) Peter Garrett destacó por ser sensible a este tema mucho antes que muchos otros. Sacaron un tema que fue éxito internacional y que estaba directamente relacionado con la injusticia continua de su país y de su gobierno contra el pueblo aborigen... "Beds are burning" es una canción pro los derechos de los aborígenes australianos y la pudieron cantar en los Juegos Olímpicos de Sydney. Implicados en el tema aparecieron en los Juegos con unas camisetas donde claramente se podía leer "SORRY", una petición de perdón que su gobierno se negaba a dar por "imposible de llevar a la practica...hasta ahora.
Buscar mas información en los siguientes link:
http://www.adn.es/impresa/lavida/20080214/NWS-0409-ABORIGENES.html
http://mundoabierto.info/2008/02/08/australia-aborigen-las-generaciones-robadas/
http://argentina.indymedia.org/news/2008/04/595379.php
http://www.europapress.es/noticiasocial.aspx?cod=20080210144555&ch=00313
http://especiales.proceso.com.mx/prisma.html?sec=3&nta=57196