lunes, 4 de febrero de 2008

Ashes & Snow en México



"Plutarco escribió, hace siglos, que "los animales de una misma especie difieren menos entre si que unos hombres de otros", y Montaigne suscribió esa opinión: "Hay más distancia entre tal y tal hombre, que entre tal hombre y tal bestia: es decir, que el más excelente animal está más próximo del hombre menos inteligente, que este último de otro hombre grande y excelente".

Ha hecho su arribo a México, específicamente al DF, al Zócalo, la novedosa exposición filmica-fotográfica-poética del canadiense Gregory Colbert, y se estará presentando en otra novedad para el público mexicano, el Museo Nómada, diseñado por el arquitecto colombiano Simón Vélez, y que es el primero en su estilo. El museo de 5.130 metros cuadrados es la estructura más grande que se haya construido mayormente de bambú.

Su trayectoria, que ha generado diversas opiniones, se puede resumir de la siguiente manera: Fotógrafo / 46 años / Nacido en Toronto (Canadá) / Su carrera profesional comienza en París en 1983, donde realiza diversos documentales fotográficos sobre temas sociales / Su primera exhibición, 'Timewaves', se inauguró en 1992 en el Museo del Elíseo de Suiza / Desde 1992 ha realizado 34 expediciones a Birmania, Sri Lanka, Etiopía, Kenia, Namibia o la Antártida, entre otros destinos, para fotografiar las relaciones entre humanos y animales salvajes / Los 10 años de viajes han dado como resultado la exhibición 'Ashes and Snow', más de 100 fotografías de elefantes, ballenas, orangutanes, cocodrilos, jaguares, ibis y águilas posando junto a niños / «Mi bestiario expresa no sólo el mundo a través de los ojos humanos, sino también de los de los animales», afirma.

Por principio, suena interesante, ya que todo esfuerzo por ofrecer exposiciones, obras, creaciones, presentaciones, y conceptos de orden cultural y artistico es digno de hacerse resaltar, más aun tratándose de algo cuyo fondo, al parecer, intenta hacernos concientizar con respecto al entorno en el cual vivimos, la armoniosa convivencia con el reino animal, la búsqueda de ese estrecho vínculo con ellos, más allá del que supone lo que conocemos por medio de las mascotas, lo circense, o la natural corelación que tenemos con ellos por la cadena alimenticia y el equilibrio, ya no tan equilibrado, por el desarrollo y evolución de las especies.

Tiene el ingrediente de ofrecer, por medio de la fotografía y el video, una atmosfera casi poética, donde abunda la comunicación, sensitiva, de espacio y movimiento, entre los animales y el humano,.. eso por lo menos es lo que se visualiza en cada escena.

Personalmente, no conocía la historia del artista, tampoco su obra, naturalmente, aunque estoy seguro de haberme topado en alguna ocasión con sus imagenes en las excursiones por la red, llevándome la misma impresión que acabo de estampar.

Ahora que ha llegado a México, y que ha sido anunciado de manera masiva en la televisión, contando incluso con el patrocinio de la empresa Televisa, el gigante de la pantalla chica en el país, decidí leer un poco más al respecto y buscar, opiniones al respecto, para equipararlas con la mía, y generarme una idea más concreta de la visión, el objetivo, la utilidad, el entorno, el impacto, y la relevancia de tal presentación, tanto para el observador individual, como para el circulo artistico y la crítica, y, evidentemente, para el creador mismo del trabajo.




Lo usual, es encontrarte con elogios, merecidos, desde luego, ya que la impresión inicial de las imagenes llevan esa carga de emotividad, simple a primera vista, por carecer de abundante coloración o elementos desconocidos para cualquiera, pero a la vez contiene esa.. rareza, detalle, delicadeza, armonía, que atraen, invitan a profundizar en el "cuadro", sentirse en él, deleitarse con el movimiento, lento en su mayoría, cadencioso, hasta sutil, que te involucran en su breve trama, y te generan esa especie de calma y voluntad por formar parte de un entorno, sino idéntico, si por lo menos con la estética y apego a la armonía que se exhibe.

Hay también opiniones un poco más centradas ú objetivas, que reconocen la dificultad, acaso imposibilidad, de vivir en un entorno o paisaje semejante, aceptando lo inherente o natural del animal y el hombre,.. que, si bien habitan el mismo planeta, compartiendo su existencia, e interactuando en él por necesidad y supervivencia,... no se puede alcanzar un grado de contacto y relación tan estrecha, íntima, familiar, inteligible (como el caso de la imagen donde se observa a un individuo leyendole un libro a un elefante) como el que el autor intenta demostrarnos con su obra.

No dudo de la posibilidad del contacto entre algunas especies animales con el hombre hasta un grado tal que los haga parecer tan vinculados, relacionados, familiarizados, hasta el punto como en algunos casos se ha visto de sostener relaciones casi de pareja, madre-hijo, hombre-mujer, etc.. además de los ya conocidos y citados ejemplos de lo circense, mascotas, espectáculos como acuarios, aviarios, zoológicos, etc.., Pero, de ello a lo que se intenta demostrar en los cuadros hay un trecho enorme, quizás producto (alguien alegaría), de nuestra falta de evolución, o involución, puesto que el mismo Colbert lo cita en sus mensajes y escritos sobre el tema:

“Cuando empecé Ashes and Snow en 1992, mi intención era explorar la relación entre el hombre y los animales desde dentro hacia fuera.”

“Al explorar las sensibilidades poéticas y el lenguaje compartidos por todos los animales, con mi trabajo busco redescubrir esa tierra común que una vez existió cuando las personas vivían en armonía con los animales. Las imágenes muestran un mundo que no tiene ni principio ni fin, ni un aquí ni un allí, ni pasado ni presente.”




Se capta en las imagenes, y en los mismos videos, a la vez que la rareza mencionada, esa exótica presencia donde interactúan, aun en ocasiones sin parecer que el uno note al otro, la fiera y el niño, la bestia y el anciano, el animal y la mujer, el ave y la niña, concepto casi extraído de la biblia, cuando se menciona que llegará un tiempo en el que el cordero podría incluso recostarse en el costado del león. Acude a la inusual y probablemente exagerada mansedumbre de los animales, cosa que, en instantes de contacto con el hombre en campo abierto es previsible de encontrar ocasionalmente, pero no como un comportamiento cotidiano y natural del cual un niño o una indefensa mujer puedan confiarse como para dormir a su lado tan calmadamente.

Creo, hasta cierto punto, que todo el trabajo de Colbert es una estampa idealizada, utópica, ¿poesía-filmica-fotográfica?, y por lo tanto ajena a la verdadera historia y relación con los animales, peor aun con la urbanidad, aunque bella, ciertamente, dirigida por lo tanto a la actitud y conceptualización de nuestro proceder con la naturaleza en su totalidad, no tan sólo con los animales,... pero tampoco es una obra engañosa, farsante, viciada o maliciosa, como un editorialista y crítico hace mencionar en su apartado (recomendable de leer),
Confabulario, donde descarga su crítica muy enfocada al tono político, social, la presencia de la televisora y sus representantes en la campaña, y lo que él supone es la ceguera del pueblo, incapaz de valorar, en su justa medida, lo que si y lo que no le puede brindar y alimentar una exposición como esa.

Es dudosa la posibilidad de que en algún paraje africano, por ejemplo, un guepardo consienta en tener tan cerca de si a un pequeñuelo, practicamente caminando junto a él, a no ser que se tratase del pequeño tarzán, o que tengamos la fortuna de encontrarnos con una manada de elefantes, no domesticados, recostados en un charco junto a un aborigen, o que un ser humano pueda, libre y a nado tan delicado, pasearse con los cachalotes en alta mar,.. no imposible, desde luego, puesto que las fotos lo demuestran, y de seguro que cualquiera de nosotros gustaría de presenciar, sentir y vivir semejante experiencia.

En el mejor de los casos, son imagenes excepcionales, esporadicas, ocasionales, accidentales, y hasta sospecho que recreadas, inducidas, por el fotografo, originadas, seguramente, en sus primeros trabajos y excursiones por la impresión artistica y protectora hacia los animales, pudiendo, a partir de alguna imagen fugaz que le hiciera concebir su tema artistico, llevarlo a un plano más desarrollado como actualmente lo es... empero, Irreal.

Alabo el trabajo como tal, por la concepción del tema, la manera en la que se presentan las fotografías, el embrujo que es capaz de producir en sus espectadores, y sobre todo la conciencia que consigue despertar o generar en la mayoría de nosotros.




Dejo como nota los sitios visitados durante mi pequeño análisis del temita, e incluyo el video producido por el propio Colbert en nuestro Blog, Joropo a la Mexicana.

Ashes and Snow, Gregory Colbert
Televisa México, esmas.com, Gregory Colbert
Terra Org, Gregory Colbert
El Mundo, Gregory Colbert, fotografo de hombres y animales
La Crónica de Gregory Colbert

Que lo disfrute la personita con la que comparto más que lo escrito en estas recónditos parajes...

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